El inspirador viaje de una madre: el camino de un elefante resiliente hacia la recuperación

En el corazón de Loisaba Wildlife Conservancy, una madre elefante y su cría de un año y medio se embarcaron en un viaje desafiante, encendiendo una esperanza renovada para su bienestar.

Estas majestuosas criaturas, parte de una familia de elefantes más prominente, fueron encontradas en un estado debilitado, y la madre mostraba signos de angustia, cojeando debido a una pata delantera derecha notablemente hinchada.

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A pesar de los tratamientos anteriores, su condición no había mejorado, lo que provocó una nueva ronda de atención y curación.

La tarea que tenían por delante era formidable, ya que los elefantes se habían refugiado en un terreno denso y tupido.

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Después de dedicados esfuerzos de seguimiento, el equipo tomó la difícil decisión de inmovilizar a la madre elefante por su seguridad y el éxito de su tratamiento.

Utilizaron un dardo Dan-inject de 3 ml para administrar 15 mg de etorfina Hcl desde un vehículo.

El elefante tardó aproximadamente 8 minutos en sucumbir a los efectos de la anestesia. Al mismo tiempo, el resto de su familia se mudó, dejando a su cría como testigo firme de su viaje de curación.

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Un examen exhaustivo reveló que la pierna delantera izquierda de la madre todavía estaba hinchada, atribuida a una dislocación en la articulación del codo. Afortunadamente no se observaron heridas ni lesiones externas.

El equipo evaluó cuidadosamente la pierna hinchada, confirmando el origen de la dislocación, que se cree que ocurrió durante el apareamiento o una posible caída accidental desde un acantilado.

Para iniciar el proceso de curación, el elefante recibió vitamina B12 y calcio (Calciject®).

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Estos tratamientos fueron seguidos por inyecciones intramusculares de antibióticos Dexametasona y Betamox® para aliviar el dolor en la articulación afectada y abordar posibles infecciones internas, asegurando la comodidad de la madre mientras se embarcaba en su camino hacia la recuperación.

Después del tratamiento, el elefante fue reanimado suavemente de la anestesia con una dosis de 48 mg de diprenorfina Hcl, administrada por vía intravenosa a través de la vena superficial del oído. Al levantarse, su fiel ternero se reunió con ella.

Con una mejora significativa y manteniendo una buena condición corporal, su pronóstico de recuperación era prometedor.

Con fuerzas renovadas y la determinación de proteger a su cría, esta madre elefante ejemplificó la resistencia y el coraje de estas extraordinarias criaturas en su viaje de curación.

Esta conmovedora historia destaca los esfuerzos compasivos de quienes se dedican al bienestar de la vida silvestre. Nos recuerda nuestro compromiso inquebrantable de apoyar y proteger a los magníficos animales que comparten nuestro mundo.

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