La tanda de penaltis entre el Atlético de Madrid y el Madrid para dilucidar el equipo clasificado para los cuartos de final de la Champions dio para mucho. A parte del polémico penalti anulado a Julián Álvarez, otra de las grandes imágenes que dejó fue la negativa de Endrick a chutar el quinto y decisivo penalti. Carlo Ancelotti le pidió que lo hiciera ya que el delantero tiene un gran golpeo, pero Endrick bajó la cabeza y el técnico italiano cambió de lanzador y se lo comunicó a Rudiger que, a pesar de ser un defensa, asumió la responsabilidad y acabó certificando el pase a cuartos.

Fue el propio Ancelotti el que desveló el cambio de opinión de última hora: “El quinto iba a ser para Endrick, pero después vi la cara de Endrick y dije que ‘no’, que mejor que lo tirara Rudiger. El brasileño sí que hubiese sido uno de los siguientes en lanzar si se agotaban los cinco penaltis con empate entre los dos equipos, pero tuvo la suerte de que la eliminatoria se decidió antes.

Endrick entró en la prórroga del partido para suplir a Vinicius con la misión de chutar los penaltis. En condiciones normales, Vinicius hubiese sido uno de los elegidos pero había fallado estrepitosamente durante el partido una pena máxima que le pitaron a Lenglet sobre Mbappé, por lo que Ancelotti decidió sacarle del campo. También es cierto que estaba muy cansado tras disputar todo el partido y parte del añadido.

Curiosamente, Endrick fue uno de los que más celebró el gol de Rudiger, sabedor de que le podía haber tocado a él chutar el siguiente penalti. El brasileño se está asentando en el Madrid, pero Ancelotti no tiene demasiada confianza en él y está jugando pocos minutos. Endrick, que ya no ha ido con la selección absoluta, busca más protagonismo y no sería extraño que la próxima temporada saliese cedido para jugar más.